El café, ¿el motor de la productividad?

Su ingesta en horario laboral puede generar beneficios como incrementar tu capacidad de respuesta; 8 de cada 10 empleados que cuenta con servicio gratuito de café registran mayor productividad. image

En la mañana para despejarte, a medio en una junta y después de la comida para tomar el segundo ritmo en el trabajo; cualquier hora parece ser un pretexto perfecto para una taza del aromático, cuyo consumo en México es de, aproximadamente, 1.4 kg. per cápita, de acuerdo con datos de la Confederación Mexicana de Productoras de Café.

Y resulta que esta bebida se cotiza en la oficina, más de lo esperado: la cafeína ayuda a cometer menos errores laborales y mejora el rendimiento de las personas, sobre todo aquéllas que trabajan en el turno de la noche", señala una investigación de la Escuela de Salud Pública y Medicina de Londres, en el Reino Unido.

La falta de sueño, menciona la investigación, es un factor que propicia no sólo accidentes laborales, sino que resta atención al empleado. "Es muy común la falta de concentración por largos periodos, sobre todo sino existe buen hábito de dormir durante el día. Hay trabajadores que sólo descansan un rato en la mañana y el resto lo ocupan para un segundo empleo o hacer otras actividades", señala el médico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Fernando González.

"La cafeína tiene un rol potencial en la promoción del estado de alerta durante los momentos de vigilia deseada en personas con jet lag o trastornos del sueño por culpa del horario de trabajo, pero hasta el momento pocos estudios han analizado su papel en la prevención de accidentes laborales", refiere el estudio de la Escuela de Medicina.

La cafeína, que es el principal componente del café, influye sobre el sistema nervioso a través del aumento de la capacidad mental y la percepción, favorece la concentración y mejora el tiempo de respuesta y la memoria a corto plazo.

Incluso, se estima que ocho de cada 10 colaboradores que cuenta con servicios gratuito de café en la empresa registran mayores niveles de productividad, pues encuentran en su consumo un hábito que les da un repunte de energía, en especial cuando los horarios de oficina son muy largos, describe un sondeo realizado por la consultora de mercado Harris Interactive.com.

Los trabajadores que salen de la oficina a comprar esta bebida pierden tres veces más tiempo que quienes lo saborean en sus escritorios, porque la compañía lo da en forma gratuita, subraya la encuesta de Interactive.

Los favoritos en la oficina

¿Cuáles son sus principales beneficios? La cafeína, componente del café, actúa sobre el sistema nervioso, lo que permite un aumento de la capacidad mental y la percepción; mejora, así la concentración y el tiempo de respuesta en las personas, explica la nutrióloga de la Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE, Georgina del Ángel.

Disfrutar de su aroma es casi un "rito" cuando su ingiere, situación que algunas personas descartan de sus hábitos por cuestión de salud. La cafeína entra fácilmente en todas las células del organismo, lo cual se traduce en efectos positivos, pero también negativos. Cuando se toma en exceso puede generar temblor, nerviosismo y acidez estomacal (esto último sino se acompaña su consumo con otros alimentos).

La reacción depende de la situación de salud en cada persona, se estima que cantidades de cafeína inferiores a 300 miligramos, lo que equivale a dos o tres tazas no produce ningún daño en el organismo, agrega la nutrióloga.

Antes de ir por tu siguiente taza, revisa esta guía cafetera para saber qué tipo de bebida te convendría disfrutar desde tu escritorio:

Café americano. Es la mezcla de café molido y agua, por lo que puede tomarse en más cantidad (una taza posee unos 100 miligramos, frentes a los  30 ó 40 de un expreso corto). Una de sus ventajas es que generalmente no se le añade azúcar, por lo que no existe un consumo significativo de calorías.

Este tipo de café es el que más se ingiere durante el día en las oficinas, consumir más de seis al día puede dificultar la conciliación del sueño, dice la nutrióloga.

Capuchino. Se obtiene al mezclar leche caliente con café exprés. Eso lo convierte en una bebida suave y dulce, recomendable en cualquier momento del día.

Si eres intolerante a la lactosa, pídelo en su versión deslactosada, pues la combinación de leche entera con cafeína puede provocar inflamación abdominal y pesadez a la primera taza.

Vienés. Se elabora con café tostado, cáscara de naranja, crema batida y miel. La nutrióloga recomienda tomarlo después de la comida porque facilita la digestión.

Una investigación del Duke University Medical Center, de Estados Unidos, sugiere evitar su consumo en personas con diabetes tipo 2, porque dificulta la regulación de la glucosa en el organismo.

Exprés. Su sabor es más fuerte porque lleva menor cantidad de agua, así que incrementa la actividad neuronal más rápido.

Su consumo debe ser más limitado, pues aumenta la producción de jugos gástricos, lo cuales irritan y agravan cualquier problema estomacal, señala una investigación publicada en Women´s Health Advisor.

 

Fuente: Ivonne Vargas Hernández http://exp.mx/n002N08

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