Palabras cotidianas de origen prehispánico

Cuate
Cuando los mexicanos queremos decir que alguien es nuestro amigo o nuestro “carnal”, popularmente también le decimos “cuate”. Esta palabra viene del náhuatl “coatl” que tenía un doble significado: por un lado está el ya muy conocido “serpiente” (como en Quetzalcóatl), pero también significaba “mellizo” o “gemelo”. Antes, cuando una mujer tenía gemelos decía que había tenido “cuates”, aunque actualmente el término se usa mucho más para referirnos a nuestros compas.

Esquite
Si buscan “esquite” en la RAE verán que el significado no podría ser peor: según la Real Academia, los esquites (o esquite, pues en algunas regiones la palabra se usa en singular) son “rosetas de maíz”, o bien,  palomitas. Sin embargo, para corregir esta gacha imprecisión, la Academia Mexicana de la Lengua sale al (es)quite y explica: “del náhuatl “izquitl” (tostar en comal)”, son “granos de maíz tiernos hervidos o fritos, con epazote y otros condimentos”. 

Apapachar
Hace poco, surgieron algunos memes que decían que el verbo apapachar significaba “acariciar con el alma” y como buenos mexicanos de la era digital que somos, nos la creímos todita. Sí suena bastante poético el asunto, pero es falso. Apapachar viene de “patzoa”, que significa apretar o estrujar, con el propósito de ablandarlo, como cuando amasamos o ablandamos la fruta con las manos. Para enfatizar una palabra, la lengua náhuatl recurre a duplicar la primera sílaba, lo que nos lleva a la palabra “papatzoa” que está más cercano a nuestro actual “apapachar”. Por lo tanto, "apapachar" podría traducirse como "apretar con fuerza". 

Tlapalería
La palabra “tlapalería” (que algunos prefieren sobre “ferretería) alude a un local donde se venden pinturas. “Tlapalli” es una palabra cuyo significado es “color” y la terminación “ería” fue agregada por parte del castellano, que es el lugar donde se ofrece un producto o servicio. Así, la tlapalería se refiere a un lugar donde se vende pintura, aunque también se expende material para construcción y herramientas.

Achichincle
Aunque hay varios teorías acerca del origen de esta palabra, la más aceptada es la que afirma que proviene de “atl” (agua) y “chichinqui” (el que chupa). En las minas, el “achichincle” era el ayudante que se encargaba de llenar las piletas con el agua que brotaba directo de los pozos. Con el tiempo, la palabra se usó como genérico para “ayudante” y hoy incluso se utiliza como una forma despectiva de llamar a los subalternos aduladores.

Mecate
Los habitantes del centro del país popularmente usamos la palabra “mecate” para referirnos a un lazo o soga, como las cuerdas que usamos como tendederos. Esta palabra viene de “metl” (maguey) y “catl”, (donde está), puesto que del maguey se extraían las fibras para fabricar las sogas. “Mecatl” era una palabra usada para referirse a una cuerda, pero también a una sucesión de cosas o incluso a un linaje.

Petaca
Si son chilangos seguro habrán pasado por el Centro y habrán visto el anuncio de “¿Petacas? Las de Miguel, El coco de los petaqueros”. Pues la palabra petaca que tanta risa nos da y que también alude al cabús, viene de la palabra “petlacalli”, constituida a su vez por petlatl (tapete de hojas) y “calli” (caja, casa). Eso nos daría algo así como “caja de hojas”, una especie de cesto para guardar cosas. Es una palabra que ya usan más bien nuestros parientes viejitos. 

Itacate
Los mexicanos, como buenos gorrones que somos, no solo nos encanta comer en casa ajena, sino que a veces hasta pedimos para llevar. Cuando nuestra tía nos dice “llévate tu itacate” está aludiendo a la palabra “itacatl”, que podría traducirse como morral o mochila. Esta palabra viene de “itítl” (vientre), por lo que las deliciosas gorditas, que suelen venir rellenas de algún guiso, en algunos lugares se conocen como itacates.

Tocayo
Cuando compartimos nombre con alguien, decimos “es mi tocayo”. Esta palabra de uso tan extendido, tiene sus raíces en la lengua náhuatl y es la evolución de la voz “tocayotl” (nos llamamos). Nuestros antepasados, para expresarle a un tercero que compartían el nombre con alguien decían “yeh notocayo”, que podría traducirse como “él es mi tocayo”. Su raíz está en la palabra “tocaitl” (llamarse). 

Piocha
Según el diccionario de la RAE, la palabra “piocha” viene del náhuatl “piochtli” y su significado es “barba de mentón”. Sin embargo, esto no siempre fue así, ya que en el “Vocabulario de la Lengua Mexicana y Castellana”, de 1579 y recogido por Alonso de Molina, significaba “cabellos que quedan en los cuellos de los muchachos cuando se los trasquila”. Pasó el tiempo y ahora la palabra se usa para designar el pelo de la barba, no la cerrada ni la que aparece en las mejillas, sino la “barba de chivo”.

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