101 Hábitos Saludables Para Mejorar Tu Vida

  1. Haz una visita a tu doctor cada 6 meses para que te haga un chequeo general.
  2. Lleva tu almuerzo hecho en casa a tu trabajo, en vez de ir a comer afuera o en la cafetería de tu trabajo
  3. Toma una cápsula de Omega-3 por día. Tu cuerpo necesita esos ácidos grasos saludables para un mejor funcioamiento.
  4. Escoge un día a la semana en el que no comas carne del todo y mantenlo así siempre.
  5. Toma un multi-vitamínico por día, es altamente probable que no estés obteniendo las vitaminas y minerales que necesitas con tu dieta actual.
  6. Cambia tu pan cuadrado blanco por uno integral o de grano entero.
  7. Acostúmbrate a leer las estiquetas de al menos el 50% de lo que compras. El 100% sería lo mejor!
  8. Añade a tus platillos especias que te ayuden a acelerar tu metabolismo. Esto te ayudará a quemar grasa y acumularla menos.
  9. Consume al menos 2 frutas (o 2 porciones de fruta) por día.
  10. Consume al menos 2 verduras (o 2 porciones de verduras) por día.

  11. Cómprate un par de libros de cocina y busca las opciones más saludables. Aprende cómo hacerlas en casa.
  12. Duerme 8 horas por día. Como mínimo 7 horas. Tu cuerpo te lo está pidiendo a gritos.
  13. Desayuna en casa. Siempre. No te vayas al trabajo o escuela/universidad sin antes desayunar. ¿Que no tienes tiempo? Duérmete y despiértate 30 minutos antes, es todo lo que necesitas.
  14. Come menos chocolate tradicional y más chocolate negro.
  15. Empieza tu dia con una sonrisa en tu cara. Sonríete de nuevo cuando te veas en el espejo.
  16. Añade canela a tus platos más a menudo. La canela tiene increíbles propiedades que mejoran tu salud.
  17. Deja de ver televisión o usar el computador al menos 1 hora antes de irte a dormir. 2 horas sería lo mejor.
  18. Raliza 10 sentadillas apenas te despiertes. Esto activará tu cuerpo y hará maravillas a largo plazo.
  19. Tómate al menos 15 minutos 2 veces por semana para hacer ejercicios de estiramiento. Estira cuello, brazos, piernas, pies, manos, espalda, pecho y cintura.
  20. Toma 8 vasos de agua por día. Al menos 6.

  21. Si quieres comer comida rápida, busca las opciones más saludables. Evita lo grasoso, empanizado o rodeado de pan.
  22. No comas antes de dormir. Deja al menos una hora de tiempo. 2 sería lo óptimo.
  23. Búscate un buen gimnasio y únete sin pensarlo. Entre más lo pienses más lo prolongarás.
  24. Sonríele a un extraño en la calle por día.
  25. Come porciones más pequeñas de comida. Verás como mejora tu digestión.
  26. Come 5 veces al día para mantener activo tu metabolismo, 6 si quieres aumentar masa muscular.
  27. Toma menos jugos de fruta en caja o botella y házlos tu mismo.
  28. Baja tu consumo de bebidas gaseosas al máximo. Se puede vivir perfectamente sin ellas.
  29. Toma más te caliente. Te verde, te negro, te blanco, te de menta o te de manzanilla son excelentes opciones.
  30. No te brinques tu almuerzo, el mundo no se va a detener si tomas 40 minutos para almorzar. Tu salud es lo primero. 
  31. Da gracias por lo que tienes, ya sea a tu familia, a tu jefe, a tus padres, a Dios, a Jehová, a Ala, a la Madre Tierra o al Universo. Agradece por lo que tienes y aprécialo cada día.
  32. Trabaja para vivir, no vivas para trabajar. Tu salud y tu familia se merecen ser tu atención más que un cliente o una computadora. No llegues a casa tarde y que ni se te ocurra revisar tu correo los fines de semana.
  33. Inicia un proyecto, ya sea solo o con tu pareja. Trae algo de ilusión a tu hogar y trabaja con ellos para lograrlo.
  34. Sal de paseo con tu familia (o solo) al menos una vez por mes. Si puedes aprovechar esta oportunidad para hacer ejercicio, mucho mejor!
  35. Si quieres postre, remplaza los dulces, golosinas o pastelería por una fruta o mezcla de ellas. Si pudieras deshacerte de esa costumbre de tener un postre luego de cada comida, mucho mejor.
  36. Disminuye el consumo de azúcar y de endulzantes. Verás como te acostumbras facilito y rápido.
  37. Cuando estés en tu trabajo, haz una pausa de 5 minutos cada 30 minutos. Si tienes mucho trabajo, haz la pausa cada hora, pero hazla. Te ayudará a pensar con más claridad.
  38. Come más nueces. Las nueces son una excelente fuente de grasa saludable (grasa que quema grasa).
  39. Piérdele el miedo al huevo e inclúyelo (completo) más a menudo en tus platos, es una excelente fuente de proteína y grasas saludables.
  40. Piensa de forma más positiva, no te permitas deprimirte de forma fácil, mírale el lado bueno a las cosas.

  41. Rodéate de personas positivas y menos de las que te traen el mundo abajo. Busca personas que sonríen y que no sean falsas.
  42. Deja de comprar aderezos de paquete y hazte tu propio aderezo siempre.
  43. Vence un miedo que tengas este año. No dejes que te prive de disfrutar esta vida que tienes.
  44. Deja un tic o mala costumbre que tengas este año. Ya sea comerte las uñas, chuparte los dedos, morderte los labios o el que se te ocurra. Solo déjalo.
  45. Analiza tus errores del año pasado, aprende de ellos y planea cómo no volverlos a hacer.
  46. Cambia el arroz blanco y pastas blancas por su versión integral. La fibra que te estás perdiendo en estos momentos podría estar haciendo maravillas por ti.
  47. No te tomes muy enserio tus fallas en el trabajo. Es sólo trabajo.
  48. Recuerda que siempre hay personas que te quieren, aprecian y aman. Pasa más tiempo con ellas.
  49. No dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Demuéstrale lo contrario.
  50. ¿Que no te gustan los aerobicos, correr o andar en bici? Haz yoga, baila, haz boxing o algún otra disciplina del fitness que te ayude a mantenerte más activo(a).

  51. Come menos embutidos.
  52. Cocina más a la parrilla o al horno y menos de forma frita.
  53. Usa hilo dental una vez por día ANTES de lavarte los dientes. Lávate los dientes 3 veces por día.
  54. Hazte una limpieza dental auque sea una vez este año.
  55. Usa enjuague bucal (sin alcohol) al menos una vez por día.
  56. Abraza más. Besa más.
  57. Date la oportunidad de conocer otro país, al menos el que te quede más cerca y accesible. Aprende de su cultura, sus costumbres y su gente.
  58. Toma menos alcohol.
  59. Lee más libros. Al menos uno por mes.
  60. Baila. Aunque sea sólo(a) y cuando nadie te vea, pero baila.

  61. Escucha música al menos 30 minutos por día. Alimenta tu alma con ella, déjate llevar y hasta canta si puedes.
  62. Haz un viaje al mar al menos 1 vez por año. Si te queda cerca, al menos una vez cada 3 meses. Disfruta sus atardeceres o amaneceres. Disfruta ese aire fresco. Te sentirás lleno(a) de vida.
  63. Acepta a las personas de la forma que son.
  64. Recuerda que no podemos ser monedita de oro para todo el mundo, siempre habrá alguien al que no le agradaremos. Tu no vives para alcanzar las espectativas de todos. Eres de la forma en que eres.
  65. Si quieres mejorar el mundo, empieza por tu mismo.
  66. Celebra tu cumpleaños en grande o en pequeño, pero celébralo, es TU cumpleaños, celebra la vida.
  67. Aprende a perdonar.
  68. Comparte lo que tienes.
  69. Mira menos noticias de sucesos y más sobre temas que te gustan. Aparta lo negativo de tu vida, no dejes que la televisión, radio o internet te amarguen el día.
  70. Ama tu piel y cuídala. Este es tu traje de por vida.

  71. Empieza un nuevo hobby o pasatiempo, hay millones de donde escoger!
  72. Come meriendas o snacks saludables, deja todo eso que te hace agrandar tu barriga.
  73. Acude al supermercado menos veces y cuando vayas, compra solamente lo que necesitas. Haz una lista de compras siempre y apégate a ella.
  74. Haz una caminata diaria o al menos cada 2 días. 30 minutos son suficientes. Si puedes ir con alguien excelente.
  75. Aplica la regla #1 para comer sano: Comer alimentos íntegros.
  76. Habla con tu pareja, al menos 30 minutos, todos los días. Sin televisión o internet de por medio, solo tú y el(lla).
  77. No te estreses con la dieta, haz trampa una vez a la semana, tu cuerpo lo tomará muy bien.
  78. Haz ejercicios de peso corporal en la tranquilidad de tu hogar. No necesitas equipo alguno en la mayoría de los casos.
  79. Consume más alimentos quema grasa, mantendrás a tu cuerpo en mejores condiciones.
  80. Mastica cada bocado al menos 10 veces. Algunos dicen que 20 es lo mejor.

  81. Deja el desorden, organízate. Empieza una lista de pendientes (o “to-do”) por semana. Si te funciona, hazlas por día.
  82. Deja el aceite vegetal para cocinar. Cocina mejor con aceite de oliva, de coco o de macadamia. Usalos también en tus ensaladas.
  83. Siéntate bien. Espalda pegada el respaldar, cabeza erguida, ambos pies sobre el suelo.
  84. Rie más, a carcajadas mejor. Hay más razones en esta vida para reir que para llorar.
  85. No te compares con modelos de revistas o actores de televisión, solo harán que te sientas mal. Recuerda que sus vidas tampoco son perfectas y hasta pueden tener más problemas que tú. (Y ni quiero mencionar lo que hace Photoshop hoy en día).
  86. Depura tu lista de “amigos” de Facebook y Twitter. ¿Por qué compartir tu vida privada con alguien al que en verdad no le interesas?
  87. ¿Quieres ponerte a dieta? Planea cuánto peso quieres perder a corto plazo o mes por mes, no solo digas “me voy a poner a dieta” o “quiero perder peso”. Ponte metas realistas y con fecha límite.
  88. Si encontraste una dieta que te gusta o que te recomendaron, apégate a ella; no le hagas cambios, no la hagas a como a ti te gusta, cúmplela como debe ser. Verás como te da resultados.
  89. No trabajes más de una hora extra por día. Si te acomodas bien, verás como necesitas menos de 8 horas por día para trabajar.
  90. SE TU MISMO(A). La gente te apreciará más si no eres falso(a) y sacas a relucir tu “yo” verdadero.

  91. Si necesitas ayuda con algún aspecto de tu vida, pídela. Siempre habrá alguien que estará gustoso de ayudarte a ser y estar mejor.
  92. Si estás soletero(a), recuerda que una persona se puede enamorar de ti con tan solo una sonrisa. Si estás casado(a), recuerda que tu pareja se puede enamorar de ti de nuevo con tu sonrisa.
  93. ¿No te gusta tu trabajo? ¡Búscate otro! Trabaja en algo que verdaderamente te guste.
  94. Si tienes hijos, ámalos de la forma en que son. Ellos no son tú. Recuérdales lo bellos que son y cuánto los amas.
  95. Deja de fumar. Si no fumas, aléjate de lugares cerrados donde se fume mucho, es casi igual de malo que fumar.
  96. Escucha más lo que te dice tu corazón y un poco menos lo que te dice tu mente.
  97. Haz un acto de bondad al azar. No lo planees, solo aprovecha la oportunidad y mejora la vida de alguien al menos por unos segundos cuando puedas.
  98. Atrévete a soñar y a creer que esos sueños se pueden hacer realidad. Lo serán.
  99. Permítete comportarte como un niño de vez en cuando, no te tomas la vida tan en serio siempre y disfrútala con la alegría, sencillez e inocencia de un niño.
  100. Repítete siempre que “todo va a estar bien”.
  101. ¡CREE EN TI MISMO!

Fuente: http://bit.ly/M4m44a

Cómo superar la pérdida de un ser querido

Muchas veces en la vida tenemos pérdidas importantes. Una de las pérdidas más dolorosas es la muerte de un ser querido. No es fácil decir un adiós definitivo a las personas que hemos amado, con las que hemos compartido momentos importantes de nuestra vida. La pérdida de ese ser es el suceso más doloroso para el ser humano.

Frente a ello, parece que no hay consuelo alguno. Lo único que podemos encontrar es apoyo emocional, para soportar ese dolor. Es importante aprender a despedirnos de quienes partieron, porque ello nos ayuda a seguir adelante, a nosotros mismos y, a ellos en la otra dimensión.

Hay que aprender a hacer frente a los hechos, aceptando aquellos que no pueden cambiarse. Hay que integrarlos. Dejar de luchar y seguir adelante centrando los esfuerzos en aquellos que sí se pueden hacer.

“No es la dureza de la madera lo que le permite al sauce hacer frente a las tormentas, es su flexibilidad”. Debemos aceptar lo que no podemos cambiar.
Lamentablemente cuando pensamos en las pérdidas, tenemos en mente la muerte de nuestros seres queridos, sin embargo, a lo largo de nuestras vidas, las pérdidas son un fenómeno mucho más amplio. Perdemos no sólo a través de la muerte, sino abandonando o siendo abandonados, cambiando, soltando ataduras y siguiendo adelante.

Nuestras pérdidas no incluyen sólo nuestras separaciones y nuestros adioses a los seres queridos, sino también las pérdidas conscientes o inconscientes de nuestros sueños, nuestras esperanzas irrealizables, nuestras ilusiones de libertad, de poder, de juventud, etc... Y estas pérdidas forman parte de nuestra vida, son constantes, universales e inevitables. Y son pérdidas necesarias porque crecemos a través de ellas. Pero igualmente ninguna de ellas se compara a la muerte de un ser amado.

Analizando las etapas de este dolor:

La rabia. Debemos expresar la rabia y el dolor que nos ocasiona esa pérdida. Exteriorizar esos sentimientos compone una forma efectiva de liberar el dolor y favorece el despegue de la persona que se ha ido.

El rechazo. En esta fase, hay una combinación de ansiedad por la separación y un sentimiento de no aceptar la realidad de la pérdida. Esto engendra el deseo de buscar y recobrar la persona perdida. El fracaso de esta búsqueda nos lleva a repetidos desencantos y frustraciones.

La depresión. Es la etapa que va precediendo a la que sigue.

La aceptación. Son algunas de las fases que atravesamos aquellos que hemos perdido a alguien amado.

Las primeras, son de negación de lo sucedido, confusión y de una cierta anestesia emocional. El llanto, el aislamiento y las expresiones de rabia e impotencia, son comportamientos legítimos y no síntomas de trastorno psicológico.

Puede parecernos que emocionalmente retrocedemos en algún momento. Es necesario hablar de lo sucedido, así como de la persona que hemos perdido. Evitar conversaciones o situaciones no contribuye más que a dificultar nuestra recuperación.

Debemos intentar normalizar nuestra vida lo antes posible, esa es la clave para el afrontamiento. No sólo uno mismo, sino los que nos rodean, se beneficiaran de ello... Procesar el duelo no significa” olvidar”. Significa haber aprendido a vivir con la ausencia física del ser querido.

Intentar centrar la atención en la vida personal y en aquellas cosas que nos suceden a diario. Liberarse del dolor no significa dejar de querer o de recordar, sino que supone una forma de impedir que la tristeza nos agobie.

Aceptar que la vida se va construyendo a partir de experiencias muy diversas.

Estas actividades incluyen liberarse de los lazos con la persona fallecida, reajustarse al ambiente en donde la persona fallecida ya no está y formar nuevas relaciones. No se trata de sustituirla tampoco. El liberarse de los lazos con la persona fallecida, implica que debemos modificar la energía emocional invertida en la persona que hemos perdido. Esto no quiere decir de ninguna manera que hayamos dejado de amar u olvidado al ser desaparecido, sino que somos, ahora, capaces de dirigirnos a otros.

Morir es un proceso evolutivo natural que se inicia al nacer, aceptar la muerte, de familiares y la nuestra, es desarrollar inteligencia emocional. Ante la muerte, el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, es decir, nuestra aversión y negación del dolor normal, genera sentimiento de culpa, frustración e impotencia emocional; ante la realidad de la pérdida del ser amado.

Asumir adultamente el dolor del adiós requiere permitirnos sentirlo, sin avergonzarnos, sin aislarnos y sin vernos como víctimas indefensas, sino como parte de un proceso de aprendizaje existencial. La muerte no es enemiga de los seres humanos, es un evento natural, equivalente al nacimiento, los dos son dolorosos, inevitables y transcienden al ser humano.

Cuando perdemos a un ser querido, su ausencia puede afectar de forma grave las relaciones que tenemos con el mundo y con otras personas.
Así, es normal que durante el período de duelo sintamos que nuestra realidad se ha hecho añicos, que nuestro sentido de la vida se ha perdido y que sintamos que nuestra personalidad o nuestro corazón se han roto. Siempre será bueno que se exprese y se comparta los sentimientos con sus otros seres queridos, de esta forma se dará cuenta que ellos piensan y sienten lo mismo.

La mala comunicación. Una reacción frecuente que tenemos cuando perdemos un ser querido es la de no "mostrarle" a otros nuestra angustia para de esta forma no angustiarles, y los otros hacen lo mismo: no se angustian para no angustiarnos.
 
Así, lo único que logramos es "construir" un muro entre ellos y nosotros, una barrera a través de la cual "pasan algunas cosas y otras no", perdiendo de esta forma la más valiosa herramienta para poder recuperarnos: una buena comunicación, un "espacio", unas "personas" con las que podemos llorar y hablar libremente de la muerte, el dolor, la ausencia, la angustia, la falta que nos hace, etc.

El duelo tiene unas etapas por las cuales transcurre el proceso de recuperación, que son muy parecidas a las etapas por las cuales una herida pasa hasta que queda la cicatriz. Las reacciones que se presentan son totalmente normales, y esperables ante la pérdida de un ser querido, y son comunes a todos. Sentirá muchas cosas, algunas de ellas nuevas, extrañas, angustiosas y muy dolorosas. Entre estas están: incredulidad, confusión, inquietud, oleadas de angustia aguda, pensamientos que se repiten constantemente y que no logra quitarse de la cabeza, boca seca, debilidad muscular, llanto, temblor, problemas para dormir, pérdida del apetito, manos frías y sudorosas, náuseas, bostezos, palpitaciones o mareos. Pero todas ellas no dicen que usted está enfermo. Reconózcalas, expréselas y compártalas con sus familiares. Se dará cuenta que muchos o todos ellos también sienten lo mismo.

Es como la limpieza de una herida: aunque duele mucho al principio, a medida que ésta va cicatrizando el dolor será menor. No obstante, la pérdida de un ser querido no se "supera": uno se "recupera" de las pérdidas, más estas nunca se superan; molestarán de vez en cuando, como lo suele hacer una cicatriz.
 
El Tiempo. Déle al tiempo el proceso de rehabilitación tras la pérdida para recuperarse totalmente. Tómeselo con calma y no se presione. Cada cosa a su tiempo.

Llorar. ¿Por qué no habremos de llorar ante una situación que nos produce un dolor total? (duele el alma, el cuerpo, la familia, el pasado, el presente, el futuro, todo.). Así, no solo se puede llorar, sino que, además, es sano porque el llanto actúa como una válvula liberadora de la angustia.

“No tengas miedo a la muerte. Acéptala, desde ahora, generosamente…con valentía, cuando Dios quiera…como Dios quiera… donde Dios quiera. No lo dudes, vendrá en el tiempo, en el lugar, y del modo que más convenga. Por esto, vive el día de hoy, cada hora, y cada minuto, como si fuera el último de tu vida”.

Advertencia:

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines.