Por qué los hombre somos felices.


· Transmitimos nuestro apellido.
· El garaje es todo nuestro.
· La preparación de la boda se hace sola.
· El chocolate es algo que podemos comer.
· Nunca quedamos embarazados.
· Los mecánicos nos cuentan la verdad.
· El mundo es nuestro orinal.
· Las arrugas añaden carácter.
· La gente nunca nos mira las tetas cuando nos están hablando.
· Los zapatos nuevos no nos destrozan los pies.
· Las conversaciones telefónicas duran 30 segundos.
· Para unas vacaciones de 5 días necesitamos sólo una maleta.
· Podemos abrir todos los frascos.
· Si alguien aparece en una fiesta con nuestra misma ropa, puede llegar a ser nuestro amigo.
· La cera caliente nunca se acerca a una zona peligrosa.
· Podemos comer un plátano o un helado en lugares públicos tranquilamente.
· Si alguien se olvida de invitarnos a algún lado todavía puede ser nuestro amigo/a.
· Nuestro culo no es un factor en las entrevistas de trabajo.
· Nuestro ropa interior cuesta 3€ en pack de tres.
· Tres pares de zapatos son más que suficientes.
· Somos incapaces de ver arrugas en nuestro traje.
· Todo en nuestra cara permanece en nuestro color original.
· El mismo peinado nos dura años, quizás décadas.
· Sólo tenemos que afeitarse la cara.
· Podemos jugar con juguetes durante toda nuestro vida.
· Podemos llevar pantalones cortos independientemente de cómo tengamos nuestros piernas.
· Podemos hacernos las uñas con una navaja.
· Podemos escoger si queremos o no dejarnos bigote.
· Aunque tengamos panza, seguimos comiendo igual
· Podemos comprar los regalos de Navidad para 25 parientes, el 24 de diciembre, en 25 minutos.
· Nunca tenemos que conducir hasta la próxima estación de servicio porque en ésta los baños estén sucios.
· Podemos ver la televisión con un amigo, en total silencio, durante horas, sin pensar "Debe estar enfadado conmigo"
· Y lo mejor de todo,... es que ¡todo es cierto!

EL CHISTE PERFECTO...

Un señor que va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle: 

- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 2:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro! 

- Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un coche,a unos 7 Km. del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste. 

- Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche.

- Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado? 

- Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es "técnicamente correcto", pero "prácticamente inútil": continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información. 

- Usted es político, ¿verdad? -pregunta el de la calle. 

- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido? 

- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía...

Bambú

Un día decidí darme por vencido…renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio.

-¿Podría darme una buena razón para no darme por vencido? Le pregunté.

-Mira a tu alrededor, me respondió, ¿ves el helecho y el bambú?

-Sí, respondí.

-Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.

-En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.

-En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.

-El sexto año, el bambú creció más de 20 metros de altura. Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.

-¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces? Le dijo el anciano y continuó…

-El bambú tiene un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.

-Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida, le dijo el anciano y continuó…

-La felicidad te mantiene dulce. Los intentos te mantienen fuerte. Las penas te mantienen humano. Las caídas te mantienen humilde. El éxito te mantiene brillante…

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes… quizá sólo estés echando raíces…

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