HIPERESPECIALIZACIÓN

"Vivimos en un mundo en que el físico que gana el Premio Nobel no sabe nada de la historia de la literatura. Puede haber un corrector de libros que sea un sabio, pero ese conocimiento excelso no le sirve para nada en la vida.

Hoy se da un fenómeno de hiperespecialización, que es muy estadounidense. Así que los grandes sabios son muchas veces empleados de correos a media jornada u oficinistas grises.

El otro día le dije a un prestigioso profesor de literatura francesa de una universidad de Estados Unidos que estábamos llegando a un “taylorismo” de la cultura, es decir, que cada uno es capaz de hacer solo una sola cosa. Y me preguntó: “¿Qué es el taylorismo, Umberto?”. Pues eso mismo que le pasa a él, que no sabe casi nada de ninguna otra cosa que no sea lo suyo".

Umberto Eco

UN HOMBRE SACRIFICÓ UNA VACA GRANDE

Un hombre sacrificó una vaca grande, encendió la parrilla y le dijo a su hija: 

"Hija, llama a nuestros seres queridos y vecinos para que coman con Nosotros... ¡Démosle un festín!" 

Su hija salió a la calle y comenzó a gritar: "¡Por favor, ayúdanos a apagar un incendio en la casa de mi papá!". Después de unos momentos, salió un pequeño grupo de personas; y el resto hizo como si no oyeran los gritos de auxilio. 

Los que vinieron comieron y bebieron hasta hincharse. 

El padre atónito se volvió hacia su hija y le dijo: "Hija, no conozco a ninguna de las personas que vinieron, nunca las había visto antes. ¿Dónde están nuestros seres queridos, familiares y colegas?”. 

La hija dijo, 

"Estas personas salieron de sus hogares para ayudarnos a apagar un incendio en nuestra casa, no para la fiesta. Estos son los que merecen nuestra generosidad y hospitalidad". 

Conclusión: Aquellos que no te ayuden durante tus luchas, no deberían comer contigo en tu fiesta de la victoria. 

Autor: Desconocido.

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