La sonrisa es una importante llave social y rompe el hielo al inicio de una conversación o negociación.
Se ha demostrado que es más difícil decir que no cuando nos sonríen sonríen, esto porque porque la percepción es de que tenemos el control y sabemos lo que estamos haciendo.
Los clientes prefieren volver a donde les sonríen, sonreír nos vuelve más creativos y optimistas además de hacer que la persona con la que hablamos se sienta mucho más cómoda.
La sonrisa elimina tensiones, es contagiosa, es importante para persuadir. Para sonreír empleas 17 músculos, pero para fruncir el ceño empleas 43. Así que, aunque sea por economía facial, sonríe un poco más.