Articulo de Alejandra Palomares Barrios para Alto Nivel
Antes de tomar una decisión precipitada, revisa las causas por las que perdiste dinero, analiza cuál es tu escenario y evalúa qué te conviene.
Antes de entrarle a este tema, debes hacerte dos preguntas básicas: ¿sabes en qué afore están tus recursos invertidos? Si es así, ¿ya recibiste tu último estado de cuenta? No conocer la respuesta a estas dos interrogantes puede generarte problemas, pues es como si hubieras aventado una moneda al aire y te diste la media vuelta antes de ver el resultado.
Cada quincena, cuando firmas tu recibo de nómina, se te descuenta una cantidad de impuestos, pero también una parte de ese dinero se destina a tu fondo para el retiro. Por eso es importante saber dónde estás parado en la materia.
Por ley, las afores están obligadas a entregar estados de cuenta cada cuatro meses, y si no fuera así debes exigirlo directamente a quien te provee el servicio de administración de tus recursos. El formato puede ser digital o impreso, pero es importante que lo obtengas, pues es la manera más sencilla de saber cómo va tu ahorro.
¿Cómo invierten las afores?
¿Por qué perdí dinero en mi afore?
¿Qué hacer? Dos escenarios
Menores de 45 años
Mayores de 60 años
Los fondos para el retiro se caracterizan por estar estrictamente regulados, por lo que no pueden invertir en lo que sea, sino solo en lo que la ley les permite. Por lo regular, los recursos están destinados a instrumentos de bajo riesgo, como son los papeles de gobierno, pero también tienen un porcentaje en deuda y renta variable; es decir, Bolsa.
Hasta junio de este año, el dinero de las afores estaba distribuido de la siguiente forma:
51.22% en valores gubernamentales
18.36% en deuda privada nacional
15.04% en renta variable internacional
9.2 % en renta variable local
4.1% en instrumentos estructurados (fibras y CKDs)
2.06% en deuda extranjera
0.03%, en mercancías
Fuente: Consar
Las cifras anteriores son en términos generales, pues los porcentajes varían de acuerdo con la siefore en la que te ubiques. La siefore no es otra cosa más que una sociedad de inversión en la que las afores invierten tu dinero y están clasificadas según tu edad: entre más joven seas estarás más cerca de la siefore 4 y entre más grande, estarás rozando la siefore 1. Esta distribución se hace así porque las personas con menos edad tienen un plazo de inversión más largo que quienes están cerca del retiro; por lo tanto, los primeros pueden arriesgar más su dinero que los últimos, porque de existir una minusvalía tienen más tiempo para recuperarse.
Ahora que ya sabes en qué afore tienes tu dinero para el retiro, que sabes cómo está invertido y con tu estado de cuenta en la mano, seguramente verás que en los últimos meses perdiste dinero. Tranquilo. Antes de entrar en pánico, buscar culpables, reclamarle a la administradora o hacer cualquier movimiento de recursos, entendamos qué fue lo que sucedió, porque no solo tú perdiste, sino casi todos.
Durante mayo y junio, todas las afores presentaron minusvalías, excepto dos: Azteca y Coppel. En principio, ellas fueron las que menos perdieron porque son de las administradoras más pequeñas; es decir, de las que tienen menos captación de recursos, pero también es cierto que influye la estrategia que cada una maneja. Recuerda que los porcentajes de los que hablábamos anteriormente pueden variar ligeramente de una afore a otra, y basta con que la diferencia sea de un punto porcentual para que exista una notable diferencia.
Pero eso no es todo. Todavía no corras a cambiarte de afore, pues no es la solución. Otro de los factores que también provocaron una baja fue la situación de parálisis en la economía mundial; sin embargo, la causa más importante fue un cambio que llevó a cabo el Banco de México (Banxico) en la tasa de interés de los bonos nacionales, derivado del temor de que existiera una fuga de capitales al momento en que Estados Unidos retirara la flexibilización cuantitativa de recursos.
En términos llanos, lo que temía Banxico es que los extranjeros retiraran sus inversiones de los bonos mexicanos para llevarlos al Tesoro de Estados Unidos, al momento en que empezaran a subir sus tasas de interés.
Hasta el día de hoy, lo anterior no ha sucedido, pero como medida precautoria, Banxico bajó la tasa de interés a 3.5%, lo que provocó que ese 51.22% de los recursos que las afores tienen invertidos en papeles gubernamentales nacionales bajaran su valor. Por eso, en tu estado de cuenta ves una minusvalía, pero ojo: todavía no has perdido dinero, sencillamente, porque tu dinero sigue invertido y no has hecho ningún retiro.
Recuerda que una máxima de las inversiones es que mientras no aportes (compres) o retires (vendas) tus recursos, estos seguirán fluctuando, por lo que no pierdes ni ganas hasta que efectúas una operación.
Entonces, ¿qué hacer? ¿Te conviene cambiarte de afore o quedarte como estás? Si ya estás cerca de retirarte, ¿cómo te afecta esta minusvalía presentada por las afores? Analicemos dos casos diferentes para que nos quede más claro cómo debemos actuar frente a esta información.
Si eres una persona que tiene menos de 45 años, no te preocupes, todavía faltan varios años para que te retires, por lo que en ese periodo lo más probable es que las afores se recuperen y vuelvan a presentar ganancias, pues aunque ocurran otras minusvalías, si analizas los históricos de rendimiento, la línea siempre se mueve hacia arriba. Por lo tanto, lo mejor es dejar tu dinero donde está y seguir pendiente de cómo cierra el año, para que una vez que se presenten los reportes anuales de la Consar veamos a cuál afore le fue mejor, y quizá cambiarnos a una que presente mejores resultados que en la que estamos.
Por ley, podemos cambiar de afore cuantas veces queramos, siempre y cuando sea a una que presenta mejor resultados que la que tenemos. Aunque los expertos tampoco recomiendan hacerlo en periodos menores a un año, pues es difícil evaluar el desempeño en periodos tan cortos de tiempo.
Ahora bien, si tú eres de los que tiene 60 años o más y estás por retirarte, lo más probable es que todavía lo hagas mediante el sistema de repartición que existía establecido en la Ley de 1973, pues es hasta 1997 que el sistema de retiro cambió y aparecieron las afores.
Pero si acaso fueras de los pocos que optaron por un cambio de régimen al actual, lo mejor es esperar cuando menos uno o dos trimestres más para ver cómo se compartan los mercados y si se logran recuperar. De otra manera, puede que te retires en un mal momento.
Lo mejor en cualquiera de los casos es que te acerques a tu asesor de afore y lo invadas con todas tus dudas e inquietudes, pues él debe estar capacitado para responder a cada una de tus preguntas hasta dejarte tranquilo y seguro de que tu dinero está en las mejores manos. De no ser así, recuerda que siempre te puedes cambiar de administradora o incluso presentar una queja ante la Profeco o la Consar.