Por: Salvador Medina Ramírez [1]
Desde hace tiempo se había advertido que el crecimiento desmesurado de la Ciudad de México tendría consecuencias graves si no se planeaba adecuadamente. Eso nunca sucedió y las consecuencias hoy en día son: contaminación, tráfico, inundaciones, desabasto de agua, entre otras.
Todos estos problemas se sufren cotidianamente y la ciudadanía ha aprendido a sobrellevarlos hasta que alguno sale de control llegando a niveles insoportables y generalizados; lo que saca a flote todas las causas escondidas detrás de cada uno de estos problemas.
Recientemente el turno fue del abastecimiento de agua. La Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Sistema de Aguas de la Ciudad de México y la Comisión de Aguas del Estado de México, han debido anunciar, desde principios de año, recortes en el suministro de agua a 10 delegaciones y 13 municipios del Estado de México, situación que ha afectado a 5.5 millones de personas [2]. Esta circunstancia no tiene precedentes históricos y sólo ha causado pequeñas afectaciones, pero de continuar así en los años venideros podría llevar a consecuencias insospechadas.
Las causas de esta crisis no se deben únicamente al abastecimiento de agua de la ciudad (la oferta), también se deben en buena medida al consumo de agua (la demanda) del los ciudadanos de esta urbe. Es por ello que lo ideal es explicar brevemente el contexto de esta situación.
La problemática con el abastecimiento de agua de la ZMVM
La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se abastece de agua de diferentes fuentes, siendo las principales: el acuífero subterráneo del Valle de México, que contribuye con el 70% del abastecimiento; la cuenca del Río Lerma, que contribuye con 9%, y la Cuenca del Río Cutzamala, que contribuye con el 21% del abastecimiento [3]. Es en esta última fuente que se localiza el problema de la actual crisis de agua.
El sistema Cutzamala fue planeado en 1976 para abastecer de agua a la ciudad y detener la sobreexplotación del acuífero subterráneo del Valle de México. El sistema está diseñado para capturar el agua de la cuenca del Cutzamala y acumularla a en siete presas antes de ser transferida a la Ciudad de México. Estas presas son: Tuxpan, El Bosque, Ixtapan del Oro, Colorines, Valle de Bravo, Chilesdo y Villa Victoria. Posteriormente, de las presas, el agua es bombeada a más de tres mil metros de altura sobre el nivel del mar, y posteriormente trasladada hasta la ZMVM, haciendo que este sistema sea altamente intensivo en energía y costoso.
El problema actual con este sistema es que las presas cuentan con un nivel muy bajo de agua, el cual no puede cubrir la demanda de la ZMVM durante todo el año. Las razones de esta situación son diversas y se entretejen para configurar un problema complejo. La primera causa, es la escasa lluvia registrada durante el año pasado, que ha impedido a las presas recuperen su nivel. A principios de enero de 2009, las presas registraban un nivel promedio del 63% de su capacidad, cuando un año antes habían registrado niveles del 85%. [4]
La segunda: el azolve (acumulación de lodo y basura) de las presas, lo cual reduce la capacidad real de almacenaje de agua de las presas. De acuerdo a declaraciones de José Luis Luege, director de Conagua, en la Presa Tuxpan se perdieron 60% de las 7 hectáreas que componen la presa Tuxpan por problemas de azolve. [5]
La tercera: la deforestación que es un factor que impulsa las dos anteriores. Por una parte, los árboles, entre sus tantos beneficios, pueden mantener la tierra suelta en su lugar. Sin estos, las precipitaciones lavan el suelo y arrastran la tierra hasta los distintos canales del Sistema Cutzamala, la cual termina azolvando las presas. Además, sin los árboles, las lluvias son mucho más escasas, ya que la presencia de grandes bosques contribuye a la formación de nubes, puesto que aumentan la humedad local a través de su transpiración natural.
La cuarta: la pérdida de agua del sistema por toma clandestina y filtraciones en canales y presas. De la presa Tuxpan a la Presa de El Bosque en Michoacán, se detectaron al menos 700 tomas clandestinas y la misma presa de Bosque se halló una filtración que hace que pierda hasta 3 mil litros por segundo. [6]
Dadas las anteriores razones, se estima que el sistema Cutzamala requiere de un programa de inversiones del orden de los 9 mil 103 millones de pesos para su rehabilitación [7], así como de un programa de reforestación en la cuenca del Cutzamala, para atacar las causas de la falta de lluvia y el azolve. Sin estos, el sistema poco a poco se comenzaría a deteriorar hasta que no pudiese abastecer de agua a la ZMVM.
El consumo de agua en la ZMVM.
El recorte en el abastecimiento de agua a la ZMVM ha desatado una crisis, pero este sólo es una cara del problema. La otra parte es el enorme consumo de agua que se da en la ciudad, que es en promedio 320 litros al día por habitante. En cambio en otras ciudades del mundo el consumo es mucho menor. Por ejemplo, el promedio de consumo por habitante en Nueva York y París es de 200 litros al día y en Barcelona de 114 litros al día. [8] Sin este enorme consumo, probablemente las presas del Sistema Cutzamala registrarían mayores volúmenes almacenados de agua y no serían necesario los recortes.
El consumo desmedido de agua se ha arraigado en la cultura diaria de los habitantes de la urbe: se lavan los coches con manguera; se deja la llave abierta del agua al lavarse la boca; también se limpian las banquetas utilizando mangueras, etcétera.
Una de las razones de estos hábitos de consumo son los incentivos que genera la política tarifaria del agua. El costo del metro cúbico de agua (1,000 lts.) que se envía a la ZMVM por medio del Sistema Cutzamala se encuentra altamente subsidiado y se cobra de 2 a 5 pesos. Esta situación hace que las personas no valoren lo que en realidad cuesta un litro de agua puesto en la comodidad de su casa y, por lo tanto, se tienda a hacer mal uso del recurso al considerarlo abundante y barato.
Si la tarifa del agua reflejara al menos su costo real de producción el desperdicio se vería reducido. Sería absurdo ver en la calle a personas lavando sus carros con el líquido de aguas de botellas de 5 pesos el litro, ya que esto les resultaría sumamente caro.
A su vez, de acuerdo al Centro Mexicano de Captación de Agua y Saneamiento, de cada 100 litros extraídos para la dotación de agua, 15 de ellos se pierden por fallas del excusado, en tinacos, cisternas, tuberías y llaves dentro de las casas. Tarifas que reflejasen el costo real del agua, harían a la población más consciente e incentivarían a que la gente cuidase más sus instalaciones, para ahorrar agua. [9]
Debe resaltarse que no bastaría con incrementar las tarifas, también habría que desterrar del imaginario popular la idea de que es el gobierno es el culpable y es la solución de todos los problemas, en cuanto a servicios e infraestructura se refiere. El consumo de agua del habitante de la Ciudad de México es parte del problema y, en consecuencia, es parte de la solución.
Comentarios finales.
El problema de la administración del agua en la ZMVM es complejo y no se limita a esta crisis sucedida a causa del corte del Cutzamala. La sobreexplotación del manto acuífero del Valle de México es causa del hundimiento de la ciudad, el cual afecta toda la infraestructura pública: daña las calles, las banquetas, la red del metro, las redes de servicio de drenaje y alcantarillado, las tuberías de agua, las construcciones, etcétera. Situación similar pasa con la sobre explotación de la cuenca del Lerma, que se ha traducido en una reducción de la fertilidad de los suelos agrícolas y afectando negativamente el ingreso de los productores agrícolas de esa zona.
Los problemas de dotación, la falta de visión y de planeación adecuada llevaron a una situación paradójica en la ciudad. En un año llueve lo suficiente para abastecer las necesidades de la población; sin embargo, suelen provocar inundaciones en toda la ZMVM. Algunos podrán decir que la solución es capturar las lluvias, pero crear una infraestructura pública que lo permita hacer adecuadamente requeriría de gastos multimillonarios que difícilmente se podrían realizar en el corto plazo. Además, no se toma en cuenta que el 70% del agua que se precipita se evapotranspira y regresa a la atmosfera. [10]
Existen otros tantos problemas, como disparidad en la distribución y consumo de agua, riesgos de inundación por aguas negras, contaminación de mantos freáticos, etcétera. Estos junto a los mencionados anteriormente son sólo una muestra del contexto donde se desarrolla la actual crisis de abastecimiento de agua de la ZMVM, en la cual generalmente se suelen proponer soluciones del tipo de ingeniería hidráulica para solucionar el problema, muchas de las cuales sin duda se deben de realizar. Sin embargo, de nada sirve que se construya nueva infraestructura, que va a costar miles de millones de pesos, para traer agua desde distancias lejanas, si no se reduce el consumo de agua a niveles sostenibles. Como parte de la solución también se requiere de una revalorización del agua como recurso escaso y un cambio cultural que se traduzcan en una modificación de los hábitos de consumo de los habitantes de esta urbe.
[1] Economista.
[2] Conagua, Comunicado de Prensa No. 001-09, México, D. F., a 08 de enero de 2009 <www.conagua.gob.mx>
[3] Torjada, Cecilia, “Water Management in Mexico City Metropolitan Area”, Water Resource Development, Vol. 22, No. 2 353-376, June 2006.
[4] Conagua, 2009. Op. Cit.
[5] Descubren Fugas de agua al Cutzamala, Reforma, 5 de Mayo de 2009.
[6] Ibídem.
[7] Conagua, Comunicado de Prensa No 101-09, México, D. F., a 30 de junio de 2009 <www.conagua.gob.mx>
[8] Padgett, Humberto, La Escasez del agua en el DF y la zona metropolitana, Revista Emeequis, 19 de enero de 2009 pp. 16-29
[9] Ibídem.
[10] Comisión Nacional del Agua, Estadísticas del Agua 2005 de la Región XIII, Aguas del Valle de México y Sistema Cutzamala, México, 2005, pp. 10.
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