Conoce las estrategias para reforzar tu relación con tu jefe y eficientar los procesos laborales; tener una comunicación más directa facilita la gestión y ayuda a aumentar tu productividad.
La clave para diseñar una estrategia laboral efectiva y llevarla a cabo, es una buena relación entre el jefe y sus empleados.
Aunque el ambiente de trabajo sea bueno, ello no significa necesariamente "que la organización funcione adecuadamente. Hace falta más que cordialidad para sacar los procesos adelante", dice en entrevista el director general de Bumeran.com México, Mateo Cuadras.
Y aunque el liderazgo es una tarea del jefe, el empleado puede ayudar en gran manera e incluso influenciar en las decisiones de éste para optimizar su flujo de trabajo.
Recuerda que la comunicación es esencial, pero en tiempos de crisis, es todavía más necesaria porque hay que potencializar los recursos y creatividad para aumentar la productividad, señala la director adjunto en Consultoría de Capital Humano de AON Consulting, Rocío Hernández.
A continuación te damos algunas claves que los expertos sugieren para mejorar la relación con el jefe, promover mejores y más rápidas decisiones y aumentar la confianza.
1. ¿No quieres negativas? ¡Ayúdalo a decidir!
Tu primer error es pensar que eres el único empleado con problemas, tu jefe tiene muchas preocupaciones, así que si le pides algo, seguro estará presionado con sus responsabilidades y te dirá que no. Evita las negativas recordándole a cuál acuerdo llegaron en su última reunión. "Lo mejor es abordar el objetivo para no agobiarlo con el problema", dice Cuadras. Otra opción es resumir las opciones que consideraron y por qué se eligió alguna en particular.
2. En corto se entiende mejor
"Generalmente el empleado expone el problema, pero no dice qué espera de su jefe, lo que es un gran error", señala la directora de Human Capital Solutions de Adecco México, Ericka Castillo. Los expertos recomiendan decirle, por ejemplo, si sólo deseas informarle, tomar una decisión juntos, compartir el riesgo, sumar otro criterio o revisar la opción que presentó. Finalmente, y para no abusar del tiempo, concéntrate sólo en los puntos en los que la ayuda del jefe es esencial, no divagues. Al terminar la reunión dale una minuta para que conste por escrito todo lo que se acordó.
3. Valora el tiempo
Recuerda que no eres el único empleado, así que en cuanto más simple sea el problema que presentas, menor será el tiempo perdido de tu jefe. Rebeca Pimentel, de la Consultora Inteli recomienda sintetizar cada opción y jerarquizar, pues no siempre los problemas más frecuentes son los más importantes. Este punto adquiere más importancia si tomas en cuenta que agendar una reunión puede ser casi imposible, así que no la desperdicies.
4. Hazle saber tu opinión
Este punto tiene que ver también con elegir el momento adecuado para hablar, si lo haces en el momento equivocado, tu jefe puede tomar una decisión influenciado por factores que nada tengan que ver con el proceso y puede aplazar indefinidamente la decisión. También se aconseja que no sólo presentes problemas, sino estrategias concretas para solucionarlos.
5. No confundas información con datos
Cuando presentas un problema, no eres un ‘mensajero' que le da a tu jefe un papel lleno de cifras, sino un analista que selecciona los datos relevantes para el caso. De nuevo, facilita el trabajo de tu jefe. "El exceso de información crea estrés que puede desencadenar reacciones negativas, de ahí la importancia de darle información digerida", señala Mateo Cuadras.
6. Se vale educar al jefe
No debes asumir que tu jefe es un experto en tu área. Tú tienes toda la información pertinente porque ese es tu trabajo, pero la visión del líder es más amplia y entiende mejor la interrelación con otras partes de la organización. Los especialistas señalan que tienes dos opciones: llenarlo de material técnico con la esperanza de aburrirlo para que te dé la razón o de plano rechace tu proyecto; o lo educas simplificándole las cosas a través de resúmenes ejecutivos que le ayuden a ver una perspectiva general. Además de tener mayores posibilidades positivas, te ayuda a generarle empatía y confianza.
7. Nunca prometas lo que no puedes cumplir
La confianza no surge de la noche a la mañana y depende de lo que haces, dices y cumples. No prometas fechas de entrega de proyectos que no puedas manejar. "Si ves que exigen demasiado, siéntate a redefinir prioridades en lugar de convertirte en un cuello de botella", dice Castillo.
Finalmente, recuerda que la calidad de trabajo entre un jefe y un subordinado no es sólo una cuestión de liderazgo, sino una correcta ‘interacción' que te permita aumentar la productividad sin morir en el intento.
Fuente: Tania M. Moreno
http://www.cnnexpansion.com/mi-carrera/2009/02/25/7-claves-para-influenciar-a-tu-jefe
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