Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES)

Los accidentes en reactores nucleares son una posibilidad temida por la industria de la energía. A nivel internacional, se han catalogado distintos niveles para identificar su peligrosidad de acuerdo a una escala creado por la Organización Internacional para la Energía Atómica y la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE.

Esta escala conocida como Escala Internacional de Accidentes o Sucesos Nucleares, conocida como INES (de sus siglas en inglés de International Nuclear Events Scale) tipifica dichos accidentes, y que está vigente desde 1990, se divide en siete niveles de peligrosidad, que son los siguientes:

 Nivel 1 - Anomalía. Son hechos que involucran la seguridad y que sobrepasan los límites o condiciones de operación normales o que pueden ser resueltas siguiendo los procedimientos previstos, pero en los que no hay personas afectadas.

 Nivel 2 - Incidente. Este tipo de accidentes implican un fallo en los dispositivos de seguridad, pero sin neutralizar las defensas internas que posibilitan hacer frente a dichos fallos. En este caso puede haber una exposición mayor de la normal a radiación nuclear por parte de algún trabajador del establecimiento atómico accidentado y zonas contaminadas que habría que descontaminar tras su aislamiento (esto sucedió, por ejemplo, en la Central Nuclear de Trillo en el año 1992).

 Nivel 3 - Incidente importante. Son incidentes que implican una liberación pequeña de radiación al ambiente (dentro de los límites establecidos), y por lo tanto pueden afectar a personas que estén en las inmediaciones de la central. Normalmente son incidentes que no hacen necesaria una protección adicional o aislamiento de la central o planta nuclear, pero implican un estado en el cual, si los sistemas de seguridad estándar fallaran, podrían ocurrir un accidente mayor, o en el que este no pueda ser impedido por otros sistemas de seguridad. Siguiendo con los ejemplos españoles, esto pasó (por ejemplo) en la central nuclear de Vandellós I en el año 1989.

 Nivel 4 - Accidente sin riesgo de emplazamiento. Este nivel es similar al anterior, solo que la liberación de radioactividad, aunque dentro de los límites, es algo más importante, y aunque no suele implicar acciones para contener la radiación fuera del la central accidentada, puede llegar a requerir un control posterior sobre los alimentos de la zona expuesta a dicha radiactividad liberada.

 Nivel 5 - Accidente con riesgo fuera de las instalaciones. La liberación de radiación hace necesaria muchas veces la aplicación de medidas de seguridad o contención en el exterior, ya que los daños ocurridos afectan de forma grave a la planta nuclear accidentada (núcleo de un reactor, incendio con liberación de grandes cantidades de radiactividad en el interior de la planta, etc.)

 Nivel 6 - Accidente importante. La liberación de radiación es significativa, haciendo normalmente que se necesite aplicar todos los planes de emergencia y medidas previstas para contenerla y salvaguardar a la población local para evitar problemas de salud graves.

 Nivel 7 - Accidente grave. Las consecuencias del accidente afectan al exterior de la central nuclear, tanto a nivel sanitario como medioambiental, como consecuencia de la liberación de el combustible radioactivo o material contaminado procedente de (por ejemplo) el núcleo de un reactor nuclear. La radiación liberada es de corta y larga duración, la zona quedará “vedada” para su uso en condiciones normales por miles de años, y dicha zona abarcará seguramente (dependiendo de las condiciones meteorológicas) proporciones nacionales o internacionales. Un accidente de este tipo es el que ocurrió en Chernobyl.

Saber qué significa cada nivel de esta escala puede ser útil para el superviviente que se vea involucrado en un accidente NBQ, teniendo en cuenta siempre que muy probablemente lo dicho por el gobierno de turno no se corresponderá necesariamente con la realidad del accidente ocurrido.

Fuente: http://ow.ly/4f1w1

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