Probablemente seas dueño de una microempresa o una pequeña o mediana. Pero al mismo tiempo eres un usuario que le gusta Internet, y seguramente tú o alguien relacionado o cercano a ti tiene un perfil en alguna red social y te ha comentado las maravillas que se pueden lograr utilizando las redes sociales como canales de comunicación.
Lo cierto es que con el crecimiento de Internet cada día hay más acceso a la información y una infinidad de canales ofreciendo cosas increíbles. Sin embargo, el día sigue teniendo 24 horas y sólo tenemos un tiempo limitado para poder capturar la atención de la gente. Esta sobredosis de información ha traído como consecuencia que nos convirtamos en “selectores de la información” y sólo filtremos lo que es relevante para nosotros y nos ayude personalmente. Nacimos dentro de una generación que forzadamente ha tenido que desarrollar habilidades para manejar varios proyectos simultáneamente y enfocar su atención por periodos muy cortos en varias cosas a la vez, maximizando los resultados.
Si tu producto o servicio no nos atrajo, no es culpa de nosotros sino que no supiste capturar nuestra atención en esos 8 o 10 segundos en los que enfocamos nuestro tiempo cuando navegamos por Internet buscando algo que nos entretenga, nos interese o simplemente nos informe. Ese pequeño tiempo que tenemos para buscar una noticia, entretenernos o conectarnos con alguien a través de una red social es tu puerta para capturar mi atención, sin ser intrusivo en la forma en que lo haces.
Cómo iniciar
Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo aprovechar las redes sociales y convertir ese prospecto en una venta? ¿Cómo competir con marcas gigantes y presupuestos multimillonarios invertidos en TV, radio y prensa?
Te doy 5 consejos que te ayudarán a aprovecharte de las redes sociales, como Facebook, Twitter y YouTube para poder conectarte con tu consumidor.
1. Define un objetivo. Con tantas redes sociales activas y creciendo todos los días, es probable que te veas tentado a querer abrir un perfil en cada una de ellas. Te recomiendo que antes de hacerlo definas los objetivos que quieres lograr participando en social media. El objetivo tiene que ser: específico, medible, alcanzable, realista y determinado temporalmente. Una vez lo hayas definido, vas a tener una mejor idea de cuál o en cuáles redes sociales tienes que estar presente para poder alcanzarlo. No cometas el error de definir números de seguidores cómo una medida objetivo.
2. Genera contenido relevante. Una vez presente en las redes sociales, vas a sentir la urgencia de comenzar a promocionar tu producto con todo el mundo. ¡No lo hagas! Recuerda que tienes 8-10 segundos para capturar mi atención y así no lo vas a lograr (acá es dónde fallan la mayoría de las marcas). Por el contrario, vas a ocasionar que sienta un rechazo inmediato hacia tí y te abandonen. Sin embargo, generando contenido relevante puedes capturar mi atención, quizás escribiendo sobre tu nicho de mercado, alguna información sobre la industria, estadísticas, nuevas tecnologías o hasta sobre tu competencia. La idea es convertirte en el experto de tu nicho para que la gente acuda a ti por tu información, la venta la vas a poder realizar una vez el prospecto sea parte de tu comunidad.
3. Crea una comunidad alrededor. Desde los cavernícolas, lo seres humanos nos hemos reunido en comunidades con intereses en común, e Internet no es extraño a esto. Seguramente más de una vez has acudido a una reunión de alguna asociación a la que perteneces: ex-alumnos, club social, etcétera. Lo que tienes que lograr es formar una comunidad alrededor de tu producto o servicio y cultivarla, que sea la comunidad la protagonista. El 43% de los miembros de la generación del milenio prefieren probar un producto o servicio recomendado por sus amigos. Sólo necesitas de un grupo pequeño de fanáticos de tu marca que se encarguen de “correr la voz” entre sus amigos. ¿Cuando fué la última vez que fuiste a un médico porque viste una publicidad en el periódico? No te apresures, construir una comunidad toma tiempo, pero las recompensas son incalculables.
4. Aprende las 3 Rs. Admitir una falta es una gran virtud, desafortunadamente no todos la poseen y muchas veces es más fácil culpar a otro. Cuando un cliente tuyo se queje en tu pagina web o en alguno de tus perfiles en redes sociales, sigue las 3 Rs: Reconoce, Razona y Resuelve. Reconoce que la persona puso una queja, discúlpate por el error y actúa en pro de resolvérselo; no le tengas miedo a los comentarios negativos porque son los que hacen que los comentarios positivos tengan mayora validez. Si fue tu culpa, discúlpate: no tiene nada de malo admitir que te equivocaste, tu cliente te va a entender y valorar más cuando lo hagas.
5. Diviértete. Lo más importante de todo es que sea algo entretenido. Aunque en las redes sociales no tenemos gestos físicos para demostrar nuestras emociones sino íconos o caritas felices, los que estamos participando sabemos perfectamente las emociones de las personas por medio de las palabras que se escriben. Por más avances tecnológicos que se presentan, somos humanos y nuestros sentimiento se reflejan en nuestras palabras y acciones. Si mantienes un perfil divertido la gente siempre regresará por más de lo que ofreces.
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